La intervención propuesta dota al edificio de un nuevo programa de necesidades acorde con las nuevas funciones y servicios del Ayuntamiento, a la vez que se mantiene el valor y la representatividad que la costumbre ha dado. Es por ello que la intervención se resuelve con un vaciado total del edificio principal manteniendo sus dos fachadas y la demolición de la crujía anexa. El valor consuetudinario del proyecto se aporta con el mantenimiento de las fachadas, que recuperan en el caso de la fachada lateral, su ordenación original con la apertura del hueco-balcón central de planta primera. El edificio anexo se resuelve exteriormente con un mampuesto en lajas de pizarra que recuperan el sistema constructivo tradicional de la zona a la vez que lo diferencia compositivamente del edificio principal. Interiormente se mantienen las tres crujías originales del edificio. La escalera se mantiene en su posición original, fondo de la crujía de acceso, si bien se modifica su desarrollo creando una nueva comunicación vertical integradora desde la planta baja a la planta ático.